¡La Alegría también muere!

15 Septiembre 2011

Pero aunque la alegría por hoy se nos ha muerto y la estamos enterrando, quizás era indispensable, para que renazca la fuerza del halcón, trayéndonos un Chile sin envidias, más humano, más cristiano, más solidario, y mucho más unido.

José Olivares C... >
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Entre mis viejos libros encontré unos escritos que deseo compartir con ustedes. “Transmitir alegría a través de una entretención adornada con conocimiento y noticias no cuesta mucho, solo basta hacerlo de corazón; produce mucho y no empobrece a quien la da, enriqueciendo a quien la recibe. Dura solo una mañana y perdura en el recuerdo eterno. Es la señal externa de la amistad profunda de quien da sin condiciones. En el mundo nadie es tan rico que pueda vivir sin ella y nadie es tan pobre que no la merezca. La alegría alivia el cansancio, renueva las fuerzas y es consuelo de las tristezas. Brindar alegría es destacable desde el mismo momento que se da.  Si crees que la alegría no aporta nada, se generoso y entrega la tuya, porque en la vida nadie tiene tanta necesidad de la alegría como quien no sabe ser feliz”.

Al leer estas líneas pensé en los grandes animadores que partieron en un vuelo sin retorno, Felipe Camiroaga y Roberto Bruce, hombres que ayer nos entregaron entretención, con una singular alegría y humildad. Cuando escuché la triste noticia del accidente, estoy seguro que el lastimado corazón de los chilenos, volvió a llorar, sintiendo igual que todos: ¿Porqué? ¡Si irradiaban el encanto necesario para llenarnos de optimismo cada día, tan necesario para enfrentar nuestro angustiado país!! Pienso que la fuerza y vitalidad con que transmitían su alegría, eran el secreto mejor guardado en sus corazones, seguramente amaban lo que hacían y a quienes expresaban esas energías, claro, era Chile entero que los esperaba cada mañana, después de ver el peregrinaje de tantos días por la casa televisiva y el que fue su hogar.

Por mi trabajo, no me convertí en un televidente de “Buenos días a todos” y sin ser un admirador de ellos, no puedo desconocer que en algunas oportunidades me quedé observando su programa y por todo lo que he leído, no puedo dejar de sentir un gran respeto al reconocimiento de que fueron hombres buenos, humildes y por sobre todo justos. Valores que en este mundo materialista en el que vivimos, pareciera que no es muy común.

Lo que tampoco puedo dejar de agradecerle y con esto creo interpretar a miles de dueñas de casa, la compañía que les brindaba diariamente en las mañanas a mi señora, hijas y nana, hablándole de cosas interesantes en forma amena y sencilla, verdadera muestra de su genuina humanidad, calidad percibida por la gente, premiándolo en seguirlo durante tantos años a través de toda su carrera de animador.

Desgraciadamente el destino dijo otra cosa, dejando sumido en la tristeza y el dolor a miles de dueñas de casa. Al destacar a estas dos personas no es que las demás víctimas no tengan mayor importancia, pero por la distancia no los conocíamos, el resto del equipo técnico del matinal, asistentes, camarógrafos y periodistas o en el caso del empresario Felipe Cubillos y su organización “Levantemos Chile” u otros representantes como los personeros de la Fach y del Consejo de la Cultura,  pero es innegable que lo ocurrido, es una tragedia que nos afecta a todos. Hoy recién se saben muchas obras y muchos proyectos de genuina solidaridad, y algo muy extraño, una enseñanza sacada a relucir que nos inculca nuestro Señor Jesucristo: “que tu mano izquierda no se sepa lo que hace tu mano derecha” (Sermón de la Montaña) ¿Acaso hemos perdido esos gestos de amor y todo lo que entregamos de voluntad tienen que enterarse todos? ¿Podemos recurrir con nuestros problemas e incluso entregar un curriculum en la seguridad que la persona que lo recibió me llamará para decirme que cumplió mi encargo? 

Hoy se han perdido muchas situaciones de humanidad, de afecto, humildad, amor cristiano, que las hemos revivido cuando nos recuerdan a muchas de las víctimas, en especial de Camiroaga, tu recuerdo se transformará en un ejemplo sin precedentes para todos, no quiero ser injusto con los que quedan, pero al parecer ¡simplemente eran únicos en su género!

Al conocer parte de su vida, me viene al recuerdo un dicho que mi abuelita siempre decía: “Los buenos parten primero”. No podemos dejar de pensar en estos amigos, no personales, pero que al final televidentes o no, terminan siendo parte de nuestras vidas. Tu silencio Felipe, dejó de serlo, tus obras fueron abismantes y de una calidad muy fina y humana, algo que nos está faltando a muchos, para dejar tranquilas las conciencias de aquellos que si deben comenzar a realizar obras buenas y con prontitud.

Pero aunque la alegría por hoy se nos ha muerto y la estamos enterrando, quizás era indispensable, para que renazca la fuerza del halcón, trayéndonos un Chile sin envidias, más humano, más cristiano, más solidario, y mucho más unido dividido hoy por regiones, norte, sur, centro, peninsular, continental, etc.; conceptos totalmente fríos que no anidaban en los corazones de Felipe Camiroaga, Roberto Bruce, Felipe Cubillos, personal de la Fach, equipo de Televisión Nacional, de la Cultura y de todos aquellos que deseaban un país unido y fortalecido ante los desafíos permanentes de la naturaleza.     

 

 

 

 

Comentarios

Imagen de hilda herrera

 Es muy cirto aunque a veces

 Es muy cirto aunque a veces nos cueste reconocer nos hemos undido en un mundo material ,un mundo lleno de frivolidades olvidando nuestra mision la que con tanto amor Dios nos ha encomendado amar y ser amados ser justos solidarios respetarnos protegernos ,por favor no lo olviden decir te quiero a nuestros amigos,familiares padres,hijos sin miedo sin verguenza disfrutemos la vida con humuldad y respeto por nosotros mismos y por los que nos rodean, y a usted Don Jose le doy las gracias por esas lineas son hermosas y muy ciertas.